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viernes, 12 de diciembre de 2025

La memoria retiene


Para qué inquietarse

recuperando nombres,

ni siquiera latitudes.

Todo lo pasado,

dejó sonidos y senderos

cargados de espejismos.

La memoria retiene,

lo que cada día se tornó

en lujuriosas 

vivencias sin sentido.

El Tiempo y su luz se nos va

...apenas dejan un sueño

cargado de tumultos pasajeros.

Díaz Casares 



El poema de Díaz Casares evoca una profunda y melancólica reflexión sobre la fugacidad del tiempo, la decepción de la memoria y la futilidad de la existencia humana. La composición se alza como una meditación sobre la vanitas, despojando al pasado de cualquier valor redentor y presentándolo como una carga ilusoria.

Evocación Principal: 

La Resignación ante la Ilusión del Pasado

La pieza poética sugiere una sensación de cansancio existencial y resignación. El yo lírico cuestiona la necesidad de "inquietarse" por el pasado, incluso por los detalles más concretos ("nombres", "latitudes"), estableciendo desde el inicio un tono de desapego y escepticismo.


Elemento Poético Significado Evocado

|El Pasado como Espejismo| El pasado no es una fuente de sabiduría o consuelo, sino un conjunto de "sonidos y senderos cargados de espejismos". La memoria, por lo tanto, es una constructora de ilusiones, haciendo que lo vivido parezca más significativo de lo que realmente fue. |

|La Memoria Selectiva y Vacía| La memoria es retratada como una facultad que retiene selectivamente las "lujuriosas vivencias sin sentido". Esto evoca la imagen de una vida vivida con intensidad superficial, donde las experiencias, aunque apasionadas, carecen de un propósito trascendente, dejando un vacío al ser recordadas. |

|El Tiempo Irreversible| La frase "El Tiempo y su luz se nos va" evoca la imagen de una pérdida constante e imparable. El tiempo no solo pasa, sino que se *escapa*, llevando consigo la claridad ("su luz") y dejando al ser en la oscuridad de la incomprensión. |

|El Resultado Final: 

Tumulto Pasajero| La conclusión del poema es sombría: la suma de toda la vida y el paso del tiempo apenas deja un "sueño cargado de tumultos pasajeros". Esto evoca la idea de que la existencia es, en última instancia, una breve y agitada ilusión, donde los problemas y las pasiones son meras perturbaciones transitorias y sin importancia final. |

En esencia, el poema evoca la melancolía del desengaño, la conciencia de que la vida es un torrente de momentos intensos pero vacíos de significado duradero, y que la única respuesta sensata es la indiferencia ante la recuperación de un pasado que solo ofrece falsas promesas. Es un lamento filosófico sobre la condición efímera y la falta de sustancia en la experiencia humana.







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