Powered By Blogger

martes, 11 de noviembre de 2025

El futuro que soñábamos

 

Pero entretanto,

cuando los campos son labrantíos 

de los que el hombre ha huido

y la ciudad renace cada día

entre el tumulto

de sus dispares convivencias,

yo deshojo en silencio

la memoria retenida 

de las razones de un tiempo,

que colmábamos de utopías,

mientras lo cierto pasaba,

dejando estridencias

sobre el futuro que soñábamos.

Diaz Casares 



Este poema de Díaz Casares complementa de manera hermosa al anterior que compartiste. Aquí, la voz poética se sitúa “entretanto”, en un presente de reflexión, observando un mundo transformado donde el campo ha quedado vacío y la ciudad se impone como un espacio bullicioso y cambiante.

El hablante mira hacia atrás, hacia “las razones de un tiempo que colmábamos de utopías”, evocando una nostalgia por una época en que los ideales parecían posibles. Sin embargo, esa nostalgia está teñida de desencanto: mientras se soñaba con un futuro mejor, “lo cierto pasaba”, es decir, la realidad discurría ajena a esas ilusiones, dejando solo “estridencias” —ruidos o huellas disonantes— del sueño incumplido.

En conjunto, el poema contrasta la esperanza y la desilusión, el campo y la ciudad, el pasado utópico y el presente desbordado. Todo ello envuelto en una voz introspectiva y serena que asume la distancia entre lo que fue soñado y lo que realmente ocurrió.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

La memoria retiene

Para qué inquietarse recuperando nombres, ni siquiera latitudes. Todo lo pasado, dejó sonidos y senderos cargados de espejismos. La memoria ...