Los dulces recuerdos
Eloy, Arantxa, Yaya Juana, Cecilia.
Aun así,
el Tiempo retrocede
devolviendo esporádicamente
el dolor aguijoneado
que a solas acomete.
Aun así,
el Tiempo, enigma
de episodios y lágrimas,
es capaz
de recomponer el olvido
sobre una nueva etapa
de aconteceres.
Por eso,
la Vida, avanza
incómoda o lujuriosa,
agigantando esperas,
o entregando sosiegos
y amores cautelosos.
Diaz Casares
Este poema de Díaz Casares evoca una profunda reflexión sobre la naturaleza dual y contradictoria del tiempo y la vida.
El poema sugiere que el **tiempo** no es una fuerza lineal que solo avanza, sino que también **retrocede** para traernos recuerdos dolorosos que creíamos superados ("devolviendo esporádicamente / el dolor aguijoneado"). Sin embargo, a pesar de ese dolor y de los "episodios de lágrimas", el tiempo también posee una capacidad curativa, permitiendo que el olvido se asiente y dando paso a nuevas experiencias ("es capaz / de recomponer el olvido / sobre una nueva etapa").
A su vez, la **vida** se presenta como una fuerza imparable que, sin importar las circunstancias ("incómoda o lujuriosa"), siempre **avanza**. Se mueve entre la ansiedad de lo que esperamos ("agigantando esperas") y la calma de los momentos de paz y afecto ("entregando sosiegos / y amores cautelosos").
En esencia, el poema evoca un sentimiento de **resiliencia melancólica**. Reconoce que el dolor del pasado puede resurgir, pero afirma que tanto el tiempo como la vida misma tienen la capacidad de sanar, transformar y continuar, abriendo siempre la puerta a nuevos comienzos, aunque estos se aborden con cautela.


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