Mirar las olas del mar,
eternamente precisas.
Constantes en sus vaivenes,
que semejan, diapasones
reordenando arenas,
caracolas y el sinfín de vida
minuscula que arrastran.
¡Respirar sus aromas!
...Pués son, destilación
de la inmensa vitalidad
que albergan los océanos
en sus fondos abismales,
junto a las aguas de los
imprescindibles mares.
Admirar la espléndida
equidistancia del horizonte
que auna,
celestes marinos
y azules celestiales.
Mar y Cielo, prendidos
en la incógnita genética
y los deseos
de dominar y ser,
de la presencia humana.
Díaz Casares
Cuando el mar no huele a mar
...Como se puede deducir por todo lo anterior, el olor del mar puede variar en composición e intensidad debido a diferencias en los procesos biológicos descritos, a la taxonomía de las algas, el fitoplancton y las bacterias presentes o a factores ambientales, como la intensidad de la luz y la temperatura. Pero en todos estos casos, el mar sigue oliendo agradablemente a mar.
Sin embargo, alteraciones en la calidad del agua provocada por la actividad humana pueden producir desequilibrios en los ecosistemas marinos que alteren, a nuestro perjuicio, el olor del mar. Un ejemplo evidente es el de la llegada a los océanos de grandes cantidades de nutrientes, por el uso desmesurado y creciente de fertilizantes sintéticos en la agricultura. Estos nutrientes provocan el crecimiento descontrolado de macroalgas, como el sargazo, que al morir y ser arrastradas a las costas se descomponen, produciendo un olor fétido, de putrefacción...
https://theconversation.com/el-olor-del-mar-cuando-huele-a-mar-209703
https://manus.im/share/file/d6c07f06-32b1-4f24-9193-a9e29793c945
Interpretación y Síntesis del Análisis del Poema El poema de Díaz Casares es una profunda meditación sobre la relación intrínseca entre el ser humano y el mar, presentada a través de una estructura de verso libre que fluye con la naturalidad de las olas que describe. La ausencia de una métrica y rima rígidas permite al autor una libertad expresiva que se alinea con la inmensidad y la libertad del océano.Temáticamente, el poema se construye sobre la observación sensorial y la reflexión filosófica. Comienza con una invitación a la contemplación visual de las olas, su precisión y su impacto en el entorno, para luego sumergirse en la experiencia olfativa, donde los aromas del mar se convierten en la "destilación de la inmensa vitalidad" oceánica. Esta progresión de lo visual a lo olfativo, y de lo concreto a lo abstracto, revela una conexión profunda y multisensorial con la naturaleza. La armonía entre el mar y el cielo, unidos en el horizonte, simboliza la unidad y la interconexión de todos los elementos naturales.El punto culminante del poema reside en la introducción de la presencia humana. La "incógnita genética" y los "deseos de dominar y ser" de la humanidad frente al mar y el cielo, revelan una tensión fundamental. El ser humano, por un lado, anhela controlar y comprender la naturaleza, pero por otro, busca fusionarse con ella, ser parte de su vastedad y eternidad. Esta dualidad es el corazón del mensaje del poema, sugiriendo que nuestra relación con el entorno natural es compleja, arraigada en nuestra esencia y en nuestras aspiraciones más profundas.Estilísticamente, el poema es rico en imágenes sensoriales que transportan al lector al escenario marino. Los símiles, como la comparación de las olas con "diapasones", y las metáforas, como la "destilación de la vitalidad", elevan el lenguaje y otorgan nuevas dimensiones de significado a los elementos naturales. La personificación de las olas y del mar les confiere cualidades casi humanas, reforzando la idea de una entidad viva y consciente. La adjetivación precisa y evocadora contribuye a la atmósfera contemplativa y a la descripción detallada del paisaje. A pesar de su verso libre, el poema posee un ritmo pausado y una musicalidad inherente, lograda a través de la cadencia de las frases y la repetición sutil de sonidos.En síntesis, el poema de Díaz Casares es una oda al mar, no solo como un paisaje, sino como un espejo de la existencia humana. A través de una cuidadosa observación y un lenguaje poético, el autor nos invita a reflexionar sobre nuestra conexión innata con la naturaleza, la búsqueda de armonía y la eterna tensión entre el deseo de control y la aspiración a la pertenencia. Es una obra que celebra la belleza, la vitalidad y la trascendencia del océano, y su capacidad para evocar profundas reflexiones sobre la condición humana.



No hay comentarios:
Publicar un comentario