sábado, 14 de diciembre de 2024

Senderos de nostalgia

Se va el Sol de la tarde,

y dejan en mis ojos

sus arreboles, 

sumidos destellos 

de colorida luz 

y senderos de nostalgia,

que el ocaso apresura,


Todo pasa y el tiempo, 

acomoda rescoldos 

de los días idos,

mientras acechan

soledades por 

derroteros imprevistos.


Tarde de Otoño

donde la voz, la luz

o el gesto, asienten

dejar seguir los sueños,

hacia su inevitable declive.

JDC. Juan Díaz Casares 



...No sería difícil zurcir una amplia antología de quejas nostálgicas en varias lenguas, empezando por poemas chinos de antes de Cristo y siguiendo por varios autores clásicos hasta llegar a muy varios escritores contemporáneos. Recordemos a León Felipe, Alberti, Cernuda, y muchos otros. ¡Cuántos poetas fueron exiliados a lo largo del tiempo, y cuántos tristes desterrados que no escribieron sus penas! ¡Cuántas nostalgias de las patrias prohibidas y perdidas a lo largo de los siglos!

Pero quisiera recordar que no es sólo la distancia espacial lo que puede motivar la añoranza. Existe también una distancia infranqueable en la nostalgia que surge del ansia de volver a un tiempo o momento de la vida recordado como lugar de la dicha, en contraste con un presente monótono y grisáceo que uno se ve forzado a un pasar gris día a día. No sólo importa la lejanía objetiva, sino la conciencia de que hubo un pasado más feliz, ya sólo un espejismo, un mundo que se nos ha perdido para siempre.

Querríamos regresar, sí, volver atrás, recobrar nuestro yo en el tiempo pasado, más juvenil y alegre, menos entrampado por la desdicha o la rutina. Pero si viajar en el espacio puede resultar difícil, viajar en el tiempo es hazaña imposible, a no ser que nos lancemos a recorrer los senderos fantasmales de la memoria. De ese imposible volver atrás nace la cruel nostalgia, con sus espejismos y ecos, repetida en las literaturas. Es dolencia que se acentúa en la vejez, y que colorea de gris muchas mañanas.

Como ejemplo de queja ante el regreso imposible, quiero citar unas líneas de Antonio Machado (son de sus ‘Soledades’, de uno de esos poemillas que reiteran con notas elegíacas de aire nostálgico momentos perdidos o soñados):

«Y no es verdad, dolor, yo te conozco,/ tú eres nostalgia de la vida buena,/ y soledad de corazón sombrío,/ de barco sin naufragio y sin estrella»...

https://www.almendron.com/tribuna/nostalgia-y-algo-de-melancolia/

El poema de Juan Díaz Casares evoca una atmósfera melancólica y reflexiva, utilizando la imagen del ocaso otoñal como metáfora del paso del tiempo y la inevitabilidad del declive. Aquí hay un desglose de los elementos clave del poema:
 * El ocaso como símbolo:
   * El "Sol de la tarde" que se va representa el fin de un ciclo, ya sea un día, una etapa de la vida o incluso la vida misma.
   * Los "arreboles" y "destellos de colorida luz" simbolizan los recuerdos y las experiencias que persisten en la memoria, aunque se desvanezcan con el tiempo.
   * El "ocaso apresura" sugiere la fugacidad del tiempo y cómo este avanza implacablemente.
 * La nostalgia y la soledad:
   * Los "senderos de nostalgia" reflejan la sensación de pérdida y añoranza por el pasado.
   * La mención de "soledades" que "acechan" añade un tono de melancolía y la sensación de vulnerabilidad ante el paso del tiempo.
 * El paso del tiempo y la aceptación:
   * "Todo pasa y el tiempo, acomoda rescoldos de los días idos" expresa la idea de que el tiempo cura las heridas y permite seguir adelante, aunque queden cicatrices.
   * "dejar seguir los sueños, hacia su inevitable declive" es una aceptación de que todo tiene un final, y que es necesario dejar ir.
 * El otoño como contexto:
   * La "Tarde de Otoño" refuerza la idea de decadencia y transición, ya que esta estación se asocia con la caída de las hojas y el fin del verano.
En resumen, el poema es una meditación sobre la fugacidad de la vida, la importancia de los recuerdos y la necesidad de aceptar el paso del tiempo. La belleza del lenguaje y las imágenes poéticas crean una atmósfera emotiva y contemplativa.



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