Se va el Sol de la tarde,
y dejan en mis ojos
sus arreboles,
sumidos destellos
de colorida luz
y senderos de nostalgia,
que el ocaso apresura,
Todo pasa y el tiempo,
acomoda rescoldos
de los días idos,
mientras acechan
soledades por
derroteros imprevistos.
Tarde de Otoño
donde la voz, la luz
o el gesto, asienten
dejar seguir los sueños,
hacia su inevitable declive.
JDC. Juan Díaz Casares
...No sería difícil zurcir una amplia antología de quejas nostálgicas en varias lenguas, empezando por poemas chinos de antes de Cristo y siguiendo por varios autores clásicos hasta llegar a muy varios escritores contemporáneos. Recordemos a León Felipe, Alberti, Cernuda, y muchos otros. ¡Cuántos poetas fueron exiliados a lo largo del tiempo, y cuántos tristes desterrados que no escribieron sus penas! ¡Cuántas nostalgias de las patrias prohibidas y perdidas a lo largo de los siglos!
Pero quisiera recordar que no es sólo la distancia espacial lo que puede motivar la añoranza. Existe también una distancia infranqueable en la nostalgia que surge del ansia de volver a un tiempo o momento de la vida recordado como lugar de la dicha, en contraste con un presente monótono y grisáceo que uno se ve forzado a un pasar gris día a día. No sólo importa la lejanía objetiva, sino la conciencia de que hubo un pasado más feliz, ya sólo un espejismo, un mundo que se nos ha perdido para siempre.
Querríamos regresar, sí, volver atrás, recobrar nuestro yo en el tiempo pasado, más juvenil y alegre, menos entrampado por la desdicha o la rutina. Pero si viajar en el espacio puede resultar difícil, viajar en el tiempo es hazaña imposible, a no ser que nos lancemos a recorrer los senderos fantasmales de la memoria. De ese imposible volver atrás nace la cruel nostalgia, con sus espejismos y ecos, repetida en las literaturas. Es dolencia que se acentúa en la vejez, y que colorea de gris muchas mañanas.
Como ejemplo de queja ante el regreso imposible, quiero citar unas líneas de Antonio Machado (son de sus ‘Soledades’, de uno de esos poemillas que reiteran con notas elegíacas de aire nostálgico momentos perdidos o soñados):
«Y no es verdad, dolor, yo te conozco,/ tú eres nostalgia de la vida buena,/ y soledad de corazón sombrío,/ de barco sin naufragio y sin estrella»...
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