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domingo, 8 de diciembre de 2024

Dardos certeros


Pasan los días 
como dardos certeros,
dejando su paso 
donde clavan,
muñones de vivencias 
desabridas.
Días que traen 
codicias turbulentas,
que la razón desestima.

JDC. Juan Díaz Casares 

...Un tropel de gente sube y baja precipitadamente, sin mirar a uno u otro lado de la calzada, para huir de la indigencia o zigzaguea para escapar de encuestadores, vendedores ambulantes y adivinadoras que enarbolan el señuelo de un minúsculo brote de romero. Son obstáculo contra ese afán masivo por el consumo innecesario y desmedido...

https://www.lagardeideas.com/anomalia-en-medio-del-bullicio/


https://manus.im/share/8WRXkA3JSNtWfo2533mFJQ?replay=1. Análisis completo 

Lenguaje conciso y directo: 

El poema se caracteriza por un lenguaje que va directo al punto, sin adornos excesivos, lo que contribuye a la fuerza de las imágenes y la contundencia de los mensajes. 

La brevedad de los versos y la ausencia de rima forzada refuerzan esta sensación de inmediatez y reflexión profunda reflexión.

Estos recursos contribuyen a crear un poema de gran intensidad emocional y reflexiva, que invita a la meditación sobre la naturaleza del tiempo, la experiencia humana y la lucha interna entre el deseo y la razón.

4. Interpretación y Síntesis del Análisis

El poema de J. Díaz Casares es una profunda meditación sobre la naturaleza del tiempo, la experiencia humana y la constante tensión entre los impulsos y la razón. A través de una imaginería concisa y poderosa, el autor logra transmitir una sensación de melancolía y reflexión.

La estructura de verso libre permite que el mensaje fluya de manera natural, sin las restricciones de la rima o la métrica, lo que acentúa la autenticidad de la voz poética. 

La fragmentación en dos estrofas, con un número desigual de versos, podría reflejar la naturaleza discontinua y a veces abrupta de las vivencias que el tiempo nos depara.

El tema central del paso del tiempo se aborda con una metáfora impactante: 

Los días como "dardos certeros". 

Esta imagen no solo sugiere la velocidad y la precisión con la que el tiempo avanza, sino también la idea de que cada día es un impacto, una acción que deja una marca indeleble. 

La consecuencia de estos impactos son los "muñones de vivencias desabridas", una expresión que encapsula la pérdida, la amargura y la incompletitud de las experiencias pasadas. Es una visión agridulce de la memoria y del legado que el tiempo deja en el individuo.

La segunda parte del poema introduce un conflicto interno o social: 

las "codicias turbulentas". 

Estas representan los deseos desmedidos, las ambiciones que generan inquietud y desasosiego. 

La clave de esta sección reside en la afirmación de que la "razón desestima" estas codicias. 

Esto sugiere una postura crítica frente a la búsqueda desenfrenada de bienes materiales o de poder, y una valoración de la razón como guía moral o ética. 

Es un llamado a la introspección y a la priorización de valores más elevados frente a los impulsos egoístas.

En síntesis, 

el poema de J. Díaz Casares es una obra que, con su brevedad y su lenguaje directo, invita a la reflexión sobre la condición humana. Nos confronta con la fugacidad del tiempo, las cicatrices emocionales que este deja, y la importancia de la razón para discernir entre lo que verdaderamente importa y lo que son meras "codicias turbulentas". 

Es un poema que resuena con la experiencia universal de la vida, sus pérdidas y sus constantes desafíos morales.





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