domingo, 6 de julio de 2025

Ya no tengo otro empeño

 

miércoles, 8 de febrero de 2012

 

Aceptar los nuevos momentos cual regalo inadvertido



Ya no tengo otro empeño 
que descomponer lo pasado,
atraerlo a mí en desconcierto 
y vivir el día a día
con su novedad resurgida, 
entre la diáspora de los sueños.

No me queda más remedio
que aceptar lo que llega
cual regalo inadvertido,
e integrar en mí, los nombres
de las vivencias nuevas.

Y es que ya no hay otra
que ser uno mismo,
remediando lo que acontece
en este ir y venir
del Tiempo que nos llega.

JDC. Juan Díaz Casares 


He aquí un análisis del poema de Juan Díaz Casares:
Tema Central: 
La aceptación activa del presente y la integración de la experiencia vivida (pasado y novedad) como único camino para ser auténticamente uno mismo frente al fluir inevitable del tiempo.
Desglose del Análisis:
1.Actitud ante el Pasado ("Ya no tengo otro empeño..."):
Descomposición: 
El sujeto ya no busca una comprensión lineal o glorificación del pasado. La palabra "descomponer" sugiere desarmarlo, analizarlo críticamente, quizás despojarlo de idealizaciones o falsas coherencias.
Recepción Activa:
No lo rechaza, sino que lo "atrae a mí", lo confronta ("en desconcierto"). Es un acto de reapropiación consciente, aunque sea caótico.
2.Vivir el Presente ("y vivir el día a día..."):
Novedad Resurgida: 
El presente no es rutina vacía. Se vive con intensidad, percibiendo lo nuevo ("novedad resurgida") que emerge constantemente. Esta novedad está ligada al pasado "descompuesto".
Entorno Existencial ("entre la diáspora de los sueños"): 
Imagen poderosa. La "diáspora" (dispersión) de los sueños sugiere que los ideales, proyectos o ilusiones previas están rotos, dispersos, quizás incumplidos. El presente se vive *en medio* de esa realidad fragmentada.
3.Aceptación del Flujo Vital ("No me queda más remedio..."):
Imperativo Existencial:
"No me queda más remedio" indica una conclusión a la que se ha llegado por fuerza de la experiencia, no por gusto. Es una necesidad vital.
Recibir lo Inesperado:
Lo que llega ("lo que llega") se acepta como un "regalo inadvertido". No es algo buscado o planeado, sino lo que la vida trae de forma imprevista. Hay una actitud de apertura y recepción, incluso ante lo incierto.
Integración de la Experiencia:
La clave es "integrar en mí". Las nuevas vivencias ("nombres") deben ser asimiladas, incorporadas a la identidad del yo. No se trata solo de vivirlas, sino de hacerlas parte de quién se es.

4.Conclusión Existencial ("Y es que ya no hay otra..."):
Imperativo de Autenticidad:
"Ser uno mismo" se presenta como la única opción posible y verdadera ("ya no hay otra"). Es la respuesta esencial al fluir de la vida.
 Actitud Activa:
 "Remediando lo que acontece". "Remediar" aquí no significa solo arreglar o solucionar problemas, sino *hacer frente a*, *lidiar con*, *responder creativamente* a lo que sucede. Implica una acción constante, una adaptación activa.
El Tiempo como Fuerza Central ("en este ir y venir / del Tiempo que nos llega"):
El tiempo es personificado como una fuerza activa ("que nos llega"), un flujo constante ("ir y venir") al que el sujeto debe responder. Es el marco inevitable de la existencia.
Recursos Poéticos Destacados:
Imágenes Potentes:
"Descomponer lo pasado", "atraerlo a mí en desconcierto", "diáspora de los sueños", "regalo inadvertido", "Tiempo que nos llega". Crean una atmósfera de reflexión profunda y confrontación con la experiencia.
Contraste:
Entre "descomponer" (analítico/crítico) e "integrar" (sintético/asimilativo); entre la fragmentación ("diáspora", "desconcierto") y la unidad buscada ("ser uno mismo", "integrar").
Tono:
Reflexivo, sereno pero firme, de conclusión vital. Hay una mezcla de resignación ("no me queda más remedio") y determinación activa ("remediando", "integrar", "ser uno mismo").
Estructura:
Las estrofas marcan un desarrollo lógico: confrontación con el pasado (1), vivir el presente en su contexto (2), aceptación e integración de lo nuevo (3), conclusión esencial sobre la identidad y el tiempo (4).
Lenguaje:
Sencillo pero preciso y cargado de significado existencial. Evita grandilocuencias pero transmite profundidad.
Conclusión:
El poema expresa una filosofía de vida madura y resiliente. Frente a la fragmentación del pasado ("diáspora de los sueños") y al flujo incesante e impredecible del tiempo, el yo poético ha encontrado que el único camino auténtico es:
1. Analizar críticamente el pasado sin idealizarlo.
2.Vivir intensamente el presente con sus novedades.
3.Aceptar activamente lo que la vida trae, incluso lo inesperado.
4.Integrar todas las experiencias (pasadas y nuevas) en la propia identidad.
5."Ser uno mismo" como acto continuo de respuesta creativa ("remediando") al acontecer del tiempo.
Es un canto a la autenticidad forjada en la aceptación consciente y la integración constante de la experiencia vivida, dentro del río inevitable del tiempo.

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