lunes, 9 de junio de 2025

Todo sigue


¿Para qué buscar soluciones 
a las derivas imprudentes
o a ésos escollos que se sitúan
en el más allá del sentimiento;
donde languidecen consignas 
de líderes caducos 
endiosados en otro tiempo? 

...Todo sigue:
A veces, de no se sabe dónde,
llegan ecos de salmos benevolentes, 
para alivio de las tristes derrotas
que han dejado al porvenir, 
acechado de auroras inciertas, 
marcando frontera a los sueños
del cansino transcurrir humano.

JDC. Juan Díaz Casares 
...De mi humana presencia 



El poema de Juan Díaz Casares, 
Todo sigue "De mi humana presencia", se presenta como una profunda reflexión sobre la futilidad de buscar soluciones a problemas inherentes a la condición humana y a los vestigios de un pasado que aún persisten. A continuación, se desglosa un análisis por estrofas y temas:

Análisis por estrofas:
Primera estrofa:
"¿Para qué buscar soluciones a las derivas imprudentes o a ésos escollos que se sitúan en el más allá del sentimiento;": El poema comienza con una pregunta retórica que establece el tono de resignación y escepticismo. Se cuestiona la utilidad de intentar resolver los "derivas imprudentes" (errores, desvíos) y los "escollos" (dificultades, obstáculos) que parecen trascender la lógica o la razón ("el más allá del sentimiento"). Esto sugiere que hay problemas que son intrínsecos a la existencia o a la naturaleza humana, y que buscar soluciones es quizás un esfuerzo vano.
"donde languidecen consignas de líderes caducos endiosados en otro tiempo?": Aquí se introduce la idea de un pasado obsoleto que aún ejerce influencia. Las "consignas de líderes caducos" representan ideologías, dogmas o figuras de autoridad que en su momento fueron veneradas ("endiosados"), pero que ahora carecen de vigor o relevancia ("languidecen"). El poema sugiere que parte de los problemas actuales provienen de la inercia de estas viejas ideas y de la dificultad de liberarse de su peso.

Segunda estrofa:
"...Todo sigue: 
A veces, de no se sabe dónde, llegan ecos de salmos benevolentes, para alivio de las tristes derrotas": A pesar de la desesperanza inicial, el poema reconoce una continuidad ("Todo sigue"). La aparición de "ecos de salmos benevolentes" sugiere momentos de consuelo o esperanza que surgen de forma inesperada y misteriosa ("de no se sabe dónde"). Estos "salmos" representan quizás la fe, la solidaridad humana o simplemente una voz interior que ofrece un respiro ante las
"tristes derrotas" de la vida.
"que han dejado el porvenir, acechado de auroras inciertas, marcando frontera a los sueños del cansino transcurrir humano.": Las "tristes derrotas" tienen consecuencias duraderas, afectando el futuro ("el porvenir"). Este futuro se describe como "acechado de auroras inciertas", lo que evoca una sensación de incertidumbre y riesgo. Las "auroras inciertas" también pueden simbolizar nuevas esperanzas que, aunque existentes, son frágiles y poco claras. Finalmente, esta situación "marca frontera a los sueños del cansino transcurrir humano", indicando que las dificultades y la incertidumbre limitan las aspiraciones y el deseo de un futuro mejor para el ser humano, que se percibe como "cansino" o fatigado por el paso del tiempo y las vicisitudes.

Temas principales:
Resignación y futilidad: 
El poema explora la sensación de que ciertos problemas son ineludibles y que la búsqueda de soluciones puede ser un esfuerzo inútil.
El peso del pasado: 
La influencia de ideologías y líderes obsoletos en el presente es un tema central, sugiriendo que el pasado continúa moldeando las dificultades actuales.
Incertidumbre del futuro: 
El porvenir se presenta como un espacio incierto y amenazante, donde las esperanzas son frágiles.
La búsqueda de consuelo: 
A pesar de la desilusión, el poema reconoce la existencia de momentos de alivio y esperanza, que surgen de forma inesperada.
La condición humana: 
El "cansino transcurrir humano" subraya la fatiga y las limitaciones inherentes a la existencia, donde los sueños se ven constantemente desafiados por la realidad.

Estilo y lenguaje:
El poema utiliza un lenguaje evocador y poético, con imágenes que transmiten una sensación de melancolía y reflexión. Las preguntas retóricas, las metáforas (como "escollos", "auroras inciertas") y la personificación ("el porvenir, acechado") contribuyen a crear una atmósfera introspectiva. La ausencia de rima y una estructura más libre (verso blanco) permiten al autor una mayor fluidez en la expresión de sus pensamientos.

En resumen, 
"De mi humana presencia" es un poema que invita a la reflexión sobre la naturaleza de los desafíos humanos, la influencia del pasado en el presente y la constante lucha entre la desesperanza y la búsqueda de pequeños momentos de alivio en un futuro incierto.




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