El Tiempo, trae brumas
que las miradas dispersan,
dejando en una constante
fluidez, los sueños,
a veces, suplicios,
recuerdos constantes
en la mente
que no dan tregua
ni apaciguan siquiera,
el dolor que perturba
saberse retraído
y no haber gozado
momentos que hubo
de sosiego y placer,
rechazados y ahora,
en zozobra mental
orillando ilusas pasiones
que debieron y no fueron.
JDC. Juan Díaz Casares
Tocar para sentir la cercanía
...Las personas dependen del contacto físico durante toda su vida. Desde el nacimiento vela por el fortalecimiento del sistema inmunológico y por el establecimiento de lazos afectivos y de protección y amparo. A lo largo de los años, los niños y los adolescentes se sienten consolados si se les abraza. También los adultos conocen los efectos positivos de la caricia o el contacto de una mano. El pulso acelerado se puede tranquilizar o una presión sanguínea creciente se puede reducir con la cercanía de una persona querida.
Cuanto menos contacto físico recibe una persona, más extraño se sentirá consigo mismo y con los demás, y al final también con el mundo. La persona se siente excluida sin saber de dicha situación. Aquel que no recibe el roce de nadie ni de nada muere en soledad mucho antes de que llegue la hora de su muerte.
La serenidad no se alcanza únicamente a través de un contacto corporal adecuado, sino con cualquier tipo de estimulo agradable que puedan proporcionar los sentidos: una cara bonita, contemplar una imagen o un paisaje, escuchar o interpretar música, para uno mismo o cantando en un coro, inhalar un aroma, degustar una comida, también moverse, ya sea paseando o haciendo deporte, y todo aquello que nos otorga la sensación de vivir con más intensidad.
También es muy importante en la etapa de envejecimiento el contacto espiritual, que tiene que ver con todas las sensaciones que se pueden derivar de la amistad y la amabilidad. Siempre que no este presente el desinterés, resulta posible el contacto espiritual...
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