Las manos transformaron
minerales y arcillas
en útiles y objetos
que las necesidades
humanas requerían
...Pero la voz,
enriqueció todo.
A cada cosa le dio nombre,
a cada espanto su grito,
para el amor, el susurro
...Y fue
el canto, el verso, el poema,
la destilación sublime
de todas las sensaciones.
Y es por eso,
mi musa inspiradora,
que allá donde afloras,
emprendo tu rumbo
recubriendo tus pasos
de manos y soluciones.
Te sigo, ciego,
cercado de tus aureolas,
acometiendo tu aliento,
sin límite y a deshoras.
Díaz Casares
El poema de Díaz Casares explora la evolución de la capacidad humana para transformar el mundo y expresarse. Comienza destacando el papel de las manos en la creación de herramientas y objetos a partir de materiales naturales, satisfaciendo las necesidades básicas. Luego, introduce la voz como un elemento que enriquece esta existencia, dándole nombre a las cosas, expresando emociones como el miedo (grito) y el amor (susurro).
Finalmente, el poema culmina con la idea de que el canto, el verso y el poema son la "destilación sublime de todas las sensaciones", sugiriendo que la expresión artística es la forma más elevada de la experiencia humana.
El poeta se presenta a sí mismo como un seguidor ciego de esta inspiración, guiado por ella y dedicando sus "manos y soluciones" a su rumbo.
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