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miércoles, 3 de septiembre de 2025

Tiempo ido

Se desvanece el tiempo 

en la espera sin rumbo 

de razones para amar, 

aún así, al filo de tu nombre 

prendido de heridas, avanza, 

llévame a tu compás, 

ábreme las galerías 

del silencio compartido 

entre cuerpos sin reproches 

en noches desveladas. 

Tiempo ido, resignado 

a la espera de un corazón huido, 

deja que avance hacia la luz 

que adivino, que viva y confluya 

el amor sin condiciones 

deponiendo lo mísero y mezquino, 

avanza tiempo, aférrame al destino.

Díaz Casares 



Analizando el poema de Díaz Casares, la interpretación se inclina fuertemente hacia los temas del **amor y la desesperación**.


El poema describe una espera dolorosa y "sin rumbo" por un amor que parece ausente o perdido ("a la espera de un corazón huido"). Esta espera está marcada por el sufrimiento, como se refleja en frases como "prendido de heridas".


A la vez, existe un anhelo profundo de conexión y de un amor idealizado. El autor pide ser llevado a "las galerías del silencio compartido" y anhela un "amor sin condiciones", que esté libre de "lo mísero lo mezquino".


Por lo tanto, el poema se mueve entre la desesperación de la espera y la herida, y la esperanza persistente de alcanzar un amor pleno y luminoso. Es un reflejo de la dualidad de sentirse roto por la ausencia, pero al mismo tiempo, aferrarse al destino con la esperanza de que ese amor se concrete.




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