Ya de nuevo,
las horas retroceden
devolviendo
el dolor aguijoneado
que a solas acomete
por eso;
el Tiempo, es capaz
de recomponer el olvido
sobre una nueva etapa
de aconteceres.
Así la Vida, avanza
incómoda o lujuriosa
agigantando esperas,
o entregando sosiegos
y amores cautelosos.
Díaz Casares
El poema de Díaz Casares evoca una profunda reflexión sobre el tiempo, la memoria y el dolor. A través de sus versos, se exploran los siguientes sentimientos e ideas:
La persistencia del recuerdo:
El poema sugiere que el tiempo no siempre cura las heridas, sino que a veces puede hacer retroceder las horas para devolver "el dolor aguijoneado". Evoca la idea de que ciertos dolores del pasado pueden resurgir con fuerza, especialmente en momentos de soledad.
El tiempo como un ciclo de olvido y memoria:
Se presenta al tiempo como una fuerza dual. Por un lado, trae de vuelta el dolor, pero por otro, "es capaz de recomponer el olvido", permitiendo que la vida continúe y se abran nuevas etapas.
La naturaleza agridulce de la vida:
La vida avanza de forma "incómoda o lujuriosa", mostrando sus dos caras: la dificultad y el placer. El poema habla de "agigantar esperas", lo que sugiere ansiedad y anhelo, pero también de entregar "sosiegos y amores cautelosos", momentos de paz y afecto que, aunque prudentes, ofrecen consuelo.
En resumen
El poema evoca una sensación melancólica y reflexiva sobre cómo los seres humanos experimentan el paso del tiempo, luchando con los recuerdos dolorosos mientras avanzan hacia un futuro que promete tanto dificultades como momentos de calma y amor.
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