Perenne fatiga

Por la perenne fatiga
de éstos tiempos,
discurren derivas agotadas,
reflejos de melancolía
y ansias que se precipitan
entre miradas fugaces
y codicias sin frontera.
JDC. Juan Díaz Casares 

Fronteras de odio y codicia

Una serie de circunstancias han hecho que el pueblo español sea un gran desconocedor de su propia historia, adulterada y silenciada en numerosas ocasiones. Fronteras de odio y codicia pone al descubierto acontecimientos sustanciales poco conocidos por el lector no especialista. La parte más oscura y desconocida de nuestro pasado, aquella que a lo largo de quinientos años generó fratricidas guerras, odios sociales y religiosos en sintonía con una codicia sin límites de la que son exponentes el despojo desamortizador y los fraudes fiscales que se alargan hasta hoy junto a los llamados «pelotazos». La obra huye de todo condicionante político-social, económico o confesional. Parte de la premisa de que no existe el espíritu de los pueblos ni estos poseen identidades inmutables a lo largo del tiempo. La riqueza o la pobreza no obedecen a presuntas superioridades o inferioridades raciales. Los «hechos diferenciales» no son sino falacias interesadas. Ojalá el conocimiento del pasado ayude a superar los odios estériles y atemperar la codicia dando paso a la solidaridad entre personas y pueblos...

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