...Si nos centramos en la acepción del término afán que lo define como una aspiración o un deseo muy profundos de lograr un objetivo, podemos decir que a menudo es el afán de conseguir nuestros propósito lo que nos mueve, aunque a veces nos lleve por mal camino. Por ejemplo, es común que en el afán de ayudar a alguien terminemos empeorando su situación, simplemente por no haber elaborado un plan consistente o por no haberle preguntado si realmente nos necesitaba.
La paternidad es una de las labores más difíciles y delicadas de nuestra especie, y no es raro que los hijos les reprochen a sus padres no haber hecho las cosas bien, incluso cuando éstos obran con buena voluntad. Podemos decir, por lo tanto, que muy a menudo los padres se equivocan en el afán de orientar a sus hijos, y consiguen que éstos se pongan en su contra y hagan exactamente lo opuesto a sus deseos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario