Los años pasan, con ellos,
el trasiego de vivir con razones que se baten,
entre turbios deseos que la pasión acelera.
Días sobre días, en una constante pesadilla
de vaguedades y neblinas, que entelan,
las súplicas que el paso de los días genera.
...En lo inseguro, se esconde,
la estúpida prevalencia del fracaso,
entre lágrimas sin llanto desgarrado.
El yo no tiene dueño y la esperanza,
se mece entre anónimas decepciones.
Díaz Casares
El poema de Díaz Casares evoca una sensación profunda de desilusión, conflicto interno y pesimismo existencial.
Podemos desglosarlo en varias evocaciones clave:
1. El Paso Agobiante del Tiempo:
El poema comienza con "Los años pasan" y "Días sobre días", estableciendo una sensación de transcurso de vida monótona y agotadora. No es un tiempo de crecimiento, sino uno que acumula cansancio y confusión ("constante pesadilla").
2. Confusión y Falta de Claridad:
Las imágenes de "vaguedades y neblinas" son centrales. Evocan un estado mental donde nada es claro, donde las razones y los deseos se mezclan de forma "turbia", imposibilitando una visión nítida de la vida o de uno mismo.
3. Conflicto Interno y Lucha:
Hay una batalla dentro del yo:
"razones que se baten", "turbios deseos que la pasión acelera". Es la evocación de un forcejeo entre la racionalidad y los impulsos pasionales, que no lleva a una resolución, sino a más caos.
4. El Fracaso como Presencia Constante:
El poema personifica al fracaso, dándole una "estúpida prevalencia". No es un evento aislado, sino una fuerza que se esconde en la inseguridad y que siempre termina prevaleciendo. Es una visión muy pesimista del propio destino.
5. Desesperanza y Despersonalización:
Quizás la evocación más fuerte es la de una esperanza debilitada y anónima. Frases como "El yo no tiene dueño" sugieren una pérdida de identidad y control. La esperanza no se alza, sino que "se mece, entre anónimas decepciones", lo que la muestra como algo vago, indefinido y rodeado de fracasos que ni siquiera tienen nombre propio, son demasiados como para individualizarlos.
6. Una Tristeza Seca y Contenida:
La imagen de las "lágrimas sin llanto desgarrado" evoca un dolor profundo pero internalizado, una tristeza que ya ni siquiera puede expresarse con violencia, lo que la hace aún más desesperanzadora.
En resumen
El poema evoca el retrato de un alma atrapada en el flujo del tiempo, nublada por la confusión y acosada por un fracaso recurrente. Pinta un estado de ánimo donde la lucha interna ha llevado al agotamiento, la despersonalización y una esperanza que es apenas un eco leve entre la decepción. Es la expresión lírica de una crisis existencial profunda.



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