Hay una luz
que se guarda
en un recodo del alma,
desde ahí, nos devuelve
sus recuerdos, su calma.
Esa luz primigenia
nos acompaña,
revolviendo momentos
del ayer, de la infancia.
Aquella luz radiante
de juegos en calles y plazas.
Díaz Casares
El poema de Díaz Casares evoca una profunda nostalgia por el pasado, específicamente por la infancia. Utiliza la metáfora de una "luz" que reside en el alma para representar los recuerdos y la serenidad que estos nos traen.
Esta "luz primigenia" y "radiante" simboliza:
La memoria:
Actúa como un faro que ilumina momentos pasados.
La nostalgia:
El sentimiento de anhelo por el "ayer" y los "juegos en calles y plazas".
La inocencia:
La calidez y la pureza asociadas a los recuerdos de la niñez.
La calma:
El consuelo y la paz que encontramos al recordar esos tiempos más sencillos.
En esencia
El poema sugiere que los recuerdos más queridos de nuestra infancia permanecen con nosotros, ofreciéndonos consuelo y conectándonos con una versión más pura de nosotros mismos.
https://pin.it/11JEphSBu.<—Clika.Fotos antiguas de niños jugando






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