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miércoles, 15 de octubre de 2025

Tarde soñolienta



Se me hacen tus palabras,
azules escudos limítrofes
en el borde de mi alma.
Conjunción
del cielo triste,
donde su carga de grises 
delata,
una tarde soñolienta
en el calor de la casa.
Ellas,
devuelven aquí, lo ido,
lo que el tiempo no arrebata;
los recuerdos,
en la habitación limpia, clara,
esta tarde de otoño,
que la vista ausente
...alarga
Díaz Casares 


Plaça Can Folguera 
08130 Santa Perpètua de Mogoda, Barcelona    <←clika


El poema evoca una profunda sensación de intimidad, recuerdo y nostalgia en el marco de una tarde de otoño.
Los elementos clave que lo sugieren son:

Las palabras como escudo y límite:
"Se me hacen tus palabras, azules escudos limítrofes en el borde de mi alma." Esto sugiere que las palabras de la otra persona son protectoras ("escudos"), pero también marcan una distancia o frontera ("limítrofes"), quizás entre el mundo exterior y la propia interioridad. El "azul" puede añadir un matiz de melancolía o serenidad.
 
El ambiente melancólico y hogareño:
"Conjunción del cielo triste, donde su carga de grises delata, una tarde soñolienta en el calor de la casa." El contraste entre el cielo gris y triste (el exterior) y el "calor de la casa" (el interior) establece un refugio cálido contra la melancolía del otoño.

La permanencia de la memoria:
"ellas, devuelven aquí, lo ido, lo que el tiempo no arrebata; los recuerdos..." Este es el núcleo del poema: las palabras y la atmósfera de la casa actúan como un vehículo para traer de vuelta los recuerdos, aquellos que el paso del tiempo no ha podido borrar.

La quietud y el alargamiento del momento:
"en la habitación limpia, clara, esta tarde de otoño, que la vista ausente ...alarga". La quietud de la "habitación limpia" y el ensimismamiento de la "vista ausente" hacen que el tiempo parezca detenerse o prolongarse, permitiendo al yo poético sumergirse por completo en esa ola de recuerdos y sensaciones.

En resumen
El poema evoca la experiencia de revivir recuerdos imborrables en la serenidad melancólica de una tarde de otoño dentro de un hogar, donde las palabras de un ser querido actúan como catalizador de ese viaje interior.




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