Mira las hojas
de los árboles caídas,
asumen en su color,
la arrogancia perdida.
Oye esos vientos
que las azotan
y barren nubes,
ellos son otoñales,
forzando sentencias
que el tiempo aplica.
Díaz Casares
https://www.eldiadevalladolid.com/galeriavisor.aspx?g=z852570d0-e48e-c6a9-b6d1fce1b4ec2691&f=853099da-def6-9bd3-8ddc822d24d8dab8
El poema de Díaz Casares evoca una profunda sensación de melancolía y nostalgia, utilizando la imagen del otoño como una metáfora del paso del tiempo y la inevitabilidad del final.
Las imágenes clave que construyen esta atmósfera son:
Hojas caídas:
Simbolizan la pérdida de la vitalidad y la juventud. Su color otoñal representa "la arrogancia perdida", sugiriendo que la belleza y el orgullo del verano han cedido ante el paso del tiempo.
Vientos otoñales:
Actúan como una fuerza implacable de la naturaleza que "azotan" y "barren", representando las sentencias que el tiempo impone sobre todas las cosas. Son la fuerza que ejecuta el cambio.
El tiempo:
Es el tema central. El poema reflexiona sobre cómo el tiempo aplica sus "sentencias" de forma inevitable, llevando todo hacia su final, de la misma manera que el otoño sigue al verano.
En conjunto, el poema evoca la aceptación serena de un ciclo que termina, la reflexión sobre lo que se ha perdido y la fugacidad de la vida.



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