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lunes, 6 de mayo de 2024

Mar de estrellas

Sé que el mar, es,
agua, sal y muchas cosas más.
Y sé de la luz de las estrellas,
lo que me cuentan y veo.
Pero es; que veo,
me disgusta lo que veo,
y asisto, y resisto a estos días,
a esta espera,
a este forjar lo que nos llega.
JDC

Durante siglos los marineros del mundo han atestiguado cómo los mares pueden «brillar en la oscuridad», aunque este fenómeno no se comenzó a describir concienzudamente sino hasta principios de los años 1800´s. Jules Verne, en su magnífica obra «Veinte mil leguas de viaje submarino» dedica unos párrafos para describirlo, y no puedo evitar trascribir este texto que nos hace imaginar que estamos ahí: “Observaba yo el estado del mar en esas condiciones, en las que los más grandes peces aparecían como sombras apenas dibujadas, cuando el Nautilus se halló súbitamente inundado de luz. […] El Nautilus flotaba en medio de una capa fosforescente que, en aquella oscuridad resultaba incluso deslumbradora. La producían miríadas de animalículos luminosos, cuyos centelleos aumentaban al roce sobre el casco metálico de la nave. En el seno de aquella masa luminosa sorprendí brillantes destellos, como coladas de plomo fundido en un horno ardiente o como masas metálicas calentadas al rojo blanco; hasta el punto de que, por contraste, algunas zonas luminosas parecían ensombrecidas en aquel medio ígneo del que toda sombra se hubiera dicho proscrita. ¡No, no era la irradiación uniforme de nuestro equipo de iluminación habitual! ¡Había allí un vigor y un movimiento! 
¡Era una luz dotada de vida!
Veinte mil leguas de viaje submarino Julio Verne